
El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, expresó su respaldo al planteo del gobernador entrerriano Rogelio Frigerio, quien propuso reconsiderar la localización de una planta de hidrógeno verde que la empresa HIF proyecta construir en Paysandú, frente a la ciudad argentina de Colón. Aunque Orsi afirmó que la planta “no afecta las aguas del río”, admitió que es necesario encontrar una alternativa para evitar conflictos con Argentina.
La planta, que apunta a la producción de combustibles sintéticos a partir de hidrógeno verde, ha generado inquietud del lado argentino debido a su cercanía con zonas turísticas. Orsi recordó que ya ha habido antecedentes de tensiones bilaterales por la falta de diálogo previo, y subrayó que esta vez se debe actuar con mayor previsión.
Entre esos antecedentes, mencionó el caso del puerto de Soriano, que fue impulsado para facilitar el comercio paraguayo, pero que también generó fricciones por falta de comunicación con autoridades argentinas. “No te dicen que no, te dicen ‘vamos a hablar’”, explicó el mandatario, destacando la importancia de establecer un trato directo con las provincias del litoral argentino.
«No repetir errores del pasado»
Orsi también hizo una reflexión crítica sobre el manejo de cuestiones binacionales en el pasado, citando el caso de la pastera de Fray Bentos como ejemplo de lo que no debe volver a suceder. “No podés dormite en esos temas, ya tuvimos problemas con la pastera”, comentó, aludiendo al extenso conflicto que esa instalación generó entre ambos países años atrás.
A su vez, cuestionó el accionar de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), indicando que en ocasiones no ha abordado este tipo de situaciones con el debido cuidado. Por ello, insistió en adoptar un enfoque más prudente y preventivo: “Tenemos que evitar repetir errores, no siempre se ha sido lo suficientemente cuidadoso”.
Diálogo abierto y disposición a ajustes
El mandatario uruguayo destacó que ya discutió el asunto con la ministra de Industria, Fernanda Cardona, y con otros actores clave en el proyecto. Se mostró abierto a realizar modificaciones en el diseño o ubicación de la planta para preservar la buena relación bilateral. “Hay que encontrarle la vuelta. Así como está, no va. O la bajan, o se traslada a otro lugar”, sostuvo.
Reconociendo la legitimidad de las preocupaciones argentinas, Orsi indicó que Frigerio maneja con precisión los aspectos técnicos del proyecto y reiteró que el impacto ambiental sería mínimo, limitándose al aspecto visual. Sin embargo, consideró que incluso ese detalle puede ser relevante si se trata de preservar un vínculo tan estratégico como el que une a Uruguay y Argentina.
“Un elemento que no resulta decisivo para el funcionamiento del proyecto no puede convertirse en un obstáculo para la relación con un país tan importante como Argentina”, concluyó.