
Una nueva escalada bélica sacudió Medio Oriente este domingo, luego de que Irán disparara una serie de misiles balísticos contra territorio israelí. El ataque fue una respuesta directa al bombardeo de Estados Unidos sobre tres sitios nucleares iraníes. El intercambio dejó al menos 27 personas heridas y generó importantes destrozos en las ciudades de Haifa y Tel Aviv.
El lanzamiento de misiles por parte de Irán ocurrió cerca de las 7:30 de la mañana (hora local). Las alarmas antiaéreas se activaron en varias localidades israelíes, y medios locales difundieron imágenes de edificios dañados, vehículos destruidos y equipos de emergencia trabajando para evacuar a la población.
Según informaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el primer ataque incluyó 22 misiles, seguido por una segunda ofensiva con otros 5 proyectiles. En respuesta, la Fuerza Aérea israelí atacó las plataformas de lanzamiento utilizadas por Irán y reportó la eliminación de personal militar enemigo. “Los lanzadores utilizados para el ataque han sido neutralizados”, indicaron voceros militares.
En medio del caos, ciudadanos israelíes contaron sus experiencias. Una residente de 77 años, llamada Aviva, dijo: “No tengo miedo. ¿Qué se puede hacer? Nada”. Se encontraba en Jerusalén cuando sonaron las alertas y buscó refugio en un hotel céntrico.
Por su parte, la periodista y analista Noga Tarnopolski advirtió que “Netanyahu asumió un riesgo extremadamente alto” al iniciar acciones sin garantías de apoyo estadounidense. “Irán cumplió su advertencia: si EE.UU. intervenía, habría represalias”, sostuvo.
El ataque de Irán se produjo luego de que el expresidente norteamericano Donald Trump anunciara la destrucción de las instalaciones nucleares de Fordo, Natanz e Isfahán. Según fuentes iraníes, esos centros habían sido evacuados previamente.
El presidente israelí Isaac Herzog y el primer ministro Benjamín Netanyahu agradecieron la intervención de Trump. “El presidente Trump y yo siempre decimos que la paz se consigue desde la fuerza. Y esta noche, él actuó con determinación”, declaró Netanyahu.
Aunque el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aseguró que no se registraron fugas radiactivas en los complejos atacados, la tensión en la región continúa creciendo. Las FDI declararon el estado de “alerta máxima” ante la posibilidad de que Hezbollah se sume al conflicto.
“Estamos reforzando nuestras posiciones en el norte y seguimos de cerca los movimientos de grupos armados aliados a Irán”, señalaron fuentes castrenses citadas por el diario Haaretz. El gobierno israelí analiza distintos escenarios en caso de un conflicto ampliado.
Este nuevo episodio ocurre en el décimo día de la denominada “Operación León Ascendente”, lanzada a raíz del aumento de hostilidades entre Israel e Irán desde el pasado 13 de junio.