Un ataque aéreo alcanzó este jueves la Iglesia de la Sagrada Familia, el único templo católico en la Franja de Gaza, provocando la muerte de cuatro personas y dejando al menos seis heridos, entre ellos el sacerdote argentino Gabriel Romanelli.

El hecho fue confirmado por el Patriarcado Latino de Jerusalén, que emitió un comunicado denunciando el bombardeo efectuado por las Fuerzas de Defensa de Israel en el norte del enclave palestino. El cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, detalló que entre los heridos se encuentra el padre Romanelli, quien sufrió lesiones leves y permanece hospitalizado. Además, señaló que dos de los heridos se encuentran en estado grave.
Las autoridades israelíes emitieron un comunicado en el que indicaron estar investigando las circunstancias del ataque y afirmaron que hacen “todos los esfuerzos posibles para evitar daños a civiles y estructuras no militares, incluidos lugares de culto”.
El papa Francisco, profundamente consternado por el hecho, reiteró su llamado a un “cese inmediato del fuego” y pidió que se retome el camino del diálogo y la reconciliación. A través de un telegrama enviado por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, el pontífice expresó su tristeza por lo ocurrido y su esperanza de que se alcance una paz duradera en la región.
Gabriel Romanelli, quien se había hecho conocido en Italia por sus frecuentes comunicaciones telefónicas con el papa desde el inicio del conflicto, se convirtió en un símbolo de resistencia y acompañamiento espiritual para los cristianos en Gaza. Según la agencia SIR, de la Conferencia Episcopal italiana, son alrededor de 500 los cristianos desplazados que buscaban refugio en la Iglesia de la Sagrada Familia.

Las reacciones internacionales no se hicieron esperar. La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, condenó duramente el bombardeo y cuestionó las acciones militares israelíes. “Los ataques contra la población civil son inaceptables. Ninguna operación justifica semejante daño a lugares sagrados ni a civiles”, expresó en un comunicado.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores italiano, Antonio Tajani, se sumó a las críticas y expresó su pesar a través de la red social X (antes Twitter). “El ataque de esta mañana también ha golpeado a la Iglesia de la Sagrada Familia, un acto gravísimo contra un sitio cristiano. Mi solidaridad con el padre Romanelli. Es urgente detener esta violencia y buscar la paz”, manifestó.