La Justicia de Santa Fe ordenó a Mercado Pago suspender el cobro de un préstamo de 6.700.000 pesos, solicitado fraudulentamente a nombre de los dueños de un bar de la capital provincial. El caso involucra a una ex empleada del local, quien habría ingresado al establecimiento cuando estaba cerrado para concretar la maniobra delictiva.

La investigación está a cargo del fiscal Andrés Nigro, quien explicó que el hecho ocurrió el sábado 19 de abril, alrededor de las 22. La sospechosa, que ya fue imputada por estafa mediante simulación de identidad e ingreso ilegítimo a una base de datos, ingresó al local ubicado en calle Suipacha al 2300 sin forzar la entrada, utilizando una llave. Desde una computadora del comercio y un teléfono celular que no pertenecía a las víctimas, modificó contraseñas y gestionó el crédito, transfiriendo el dinero a un tercero junto con otros 300.000 pesos que había en la cuenta.
El juez de la Investigación Penal Preparatoria, Octavio Silva, resolvió frenar el cobro del préstamo tras determinarse que la operación se concretó sin consentimiento de los titulares de la cuenta. Según indicaron fuentes judiciales, la imputada tiene 30 años, fue empleada del bar y actualmente no se encuentra en el país. Ya fue emitida una orden de detención en su contra.
El fiscal explicó que se logró identificar a la sospechosa a través del seguimiento de la ruta del dinero y por imágenes de cámaras de seguridad en las que se la ve ingresar al local. Además, se logró geolocalizar las conexiones realizadas a la plataforma de pagos, que condujeron hasta su domicilio. En los registros también se observa cómo, tras concretar la operación, la mujer corta la energía eléctrica del local, provocando la interrupción de las cámaras de videovigilancia.
El caso se suma a otro hecho similar ocurrido recientemente en Santa Fe, donde una mujer mayor fue víctima de una estafa telefónica. En ese episodio, un delincuente logró acceder a su celular, desde donde solicitó un préstamo de 2.730.000 pesos a través de Mercado Pago y vació sus cuentas bancarias y billeteras digitales. En total, la víctima perdió más de 8.7 millones de pesos. Esa causa aún continúa bajo investigación.