Córdoba fue escenario de uno de los eventos políticos más llamativos del año: “La Derecha Fest”, autodenominado como “el evento más anti-zurdo del mundo”. La jornada reunió a más de 2.500 asistentes y dejó varias postales significativas, desde el abrazo entre el presidente Javier Milei y el influencer Daniel Parisini —conocido como “Gordo Dan”— hasta duras acusaciones hacia la vicepresidenta Victoria Villarruel.

El evento combinó espectáculo y política en una mezcla sin precedentes. Las entradas se vendían a 35 mil pesos, y unas cuarenta fueron entregadas a efectivos de fuerzas de seguridad, en señal de reconocimiento a su labor. Cada orador ingresó al escenario con una impronta propia: Agustín Laje lo hizo al ritmo del rock, mientras que Karina Milei, “El Jefe”, se llevó la primera gran ovación de la noche antes de la aparición del Presidente.
La retórica libertaria estuvo centrada en la “batalla cultural” y en un mensaje tajante contra referentes del propio oficialismo. El público coreó una y otra vez “Roma no paga traidores”, en clara alusión a Villarruel, consigna que incluso se estampó en remeras que se vendían en los accesos.
El presidente, fiel a su estilo, improvisó sobre su discurso preparado y arengó a los presentes: “Ustedes son los soldados que van a dar la batalla cultural, que es la que le va a dar sostenibilidad en el tiempo a este camino de gloria que estamos iniciando desde que llegamos al gobierno”.
El momento más encendido llegó con la exposición de Nicolás Márquez, biógrafo de Milei, quien lanzó duras críticas a la actual vicepresidenta y planteó sin rodeos la necesidad de “un compañero de fórmula a la altura de las circunstancias” para una eventual reelección en 2027. “No estamos en una democracia normal. No podemos dialogar con estos enemigos”, sentenció. “Hay que aplastarlos política e ideológicamente y sacarlos del poder”.
En su discurso, Márquez también atacó a quienes apoyan políticas de salud sexual y reproductiva, y reivindicó valores conservadores como eje del proyecto libertario.
Entre los asistentes estuvieron varios referentes políticos del espacio como la diputada Lilia Lemoine, el ministro de Salud Mario Lugones, y dirigentes cordobeses como Verónica Sikora y Gregorio Hernández Maqueda. La mayoría de las figuras nacionales brilló por su ausencia, aunque la presencia del Presidente fue suficiente para mantener la tensión narrativa del evento.
Milei también se refirió a Axel Kicillof, a quien calificó como “el soviético”, y criticó duramente la idea de que «cada necesidad sea un derecho», argumentando que ese modelo “viola la primera ley de la economía: la escasez”. En esa línea, cuestionó el reciente voto del Senado que habilitó un aumento de gasto público por 17 mil millones de dólares, al que calificó como “populismo fiscal”.
“La Derecha Fest” no solo funcionó como acto de reafirmación ideológica, sino como termómetro electoral. “Muchos se van a sorprender con los resultados de octubre”, auguró uno de los oradores, reflejando el espíritu de campaña que ya se respira en el oficialismo.